Nueve empresas navarras visitan el mayor mercado de productos frescos del mundo (Rungis)
13/06/2024 | Francia
Los hechos. Las universidades han tenido un papel histórico en la generación de conocimiento y, por tanto, han sido uno de los motores del desarrollo de las sociedades. Consecuentemente, tanto en la República de China (primero en el continente y luego en Taiwán) como, posteriormente, en la República Popular China, la enseñanza superior ocupó un lugar privilegiado dentro de los planes de modernización del gobierno. En ambos casos, pero con un mayor peso en China continental, el Estado ha mostrado un firme apoyo al desarrollo e internacionalización de la educación superior, diseñando una estrategia nacional, planificando programas, suministrando fondos y, en definitiva, ejerciendo un rol director y supervisor.
La internacionalización de la educación superior en China y Taiwán es distinta en cuanto a sus tiempos, pero ambos territorios han compartido la misma decisión histórica. Para muestra un botón: cuando surgió la educación superior transnacional a mediados de 1990, en China solo había dos programas de este tipo. En 2001 se habían elevado a 18 y en 2021 eran 154 instituciones y 1.187 los programas de educación transnacional en campus chinos.
Pero si, para el Mundo Chino, la internacionalización de la educación superior constituyó una prioridad, también lo resultó para los grandes países de la Unión Europea que establecieron “la captación de estudiantes y recursos humanos desde Asia [y particularmente de China] como un eje esencial de su proyección exterior y complementario a la promoción comercial stricto sensu.” Tal y como concluía un pionero informe que, bajo el título Políticas de promoción económica, universitaria y de cooperación científica en Asia, comparaba la internacionalización universitaria de Alemania, Francia, Inglaterra e Italia en Asia. El documento nos mostraba, por ejemplo, que el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD, por sus siglas en alemán) tenía -desde 1996- a China entre sus mercados objetivos y disponía (en 2003), de un presupuesto de 251 millones de euros para programas de proyección internacional, captación de estudiantes e intercambio académico. Es decir, no solo Occidente era un objetivo en el proceso de internacionalización de las universidades chinas y taiwanesas, también Asia lo viene siendo para las universidades europeas desde mediados de los noventa.
Para no perder de vista. El sector educativo es una de las prioridades tanto de la República Popular China como de Taiwán. En el caso de China continental, la formación de estudiantes en el extranjero se ha considerado una herramienta estratégica vinculada a la política de Reforma y Apertura. En ambos casos, formar talento en el extranjero ha sido crítico para mejorar la competitividad del país. El caso de China continental ha sido emblemático. En los quince primeros años del siglo XXI, el número de estudiantes chinos en el extranjero aumento 9,5 veces. Sin embargo, la República Popular encontró un fuerte obstáculo en la cooperación universitaria y científico-técnica en la Administración Trump.
Desde que, en febrero de 2018, el Comité de Inteligencia del Senado determinase que China representaba una “amenaza para toda la sociedad”, la posición de Estados Unidos se ha endurecido en el ámbito universitario tanto hacia los estudiantes y académicos chinos como en sus relaciones con las instituciones chinas. Así, por ejemplo, casi cincuenta universidades estadounidenses han cancelado sus Institutos Confucio. Esta política de endurecimiento académico con China fue seguida por Japón, Australia y abrió un profundo debate en las instituciones británicas que todavía hoy continúa.
Los académicos y estudiantes chinos lo tienen hoy más difícil para estudiar en universidades del ámbito anglosajón y de países clientes de Estados Unidos. Sin embargo, seguirán estudiando en el extranjero.
El punto de vista de HERRERA ZHANG. En una reciente jornada en Pamplona, con motivo del 50 aniversario de la UNED, Joan Subirats -ministro de Universidades- apuntó al desafío que la internacionalización supone para las universidades españolas. Internacionalización referida a más allá de la Unión Europea “Europa ya no es internacional, es nuestra política interior. Y las universidades españolas tienen que estar en las redes de alianzas europeas”, indicó el ministro, según recoge una crónica de Diario de Navarra.
Sin embargo, el informe El reto de la internacionalización de la universidad española indica que, a pesar de los avances realizados (programa ERASMUS y colaboración científica principalmente) en el proceso de internacionalización, según distintos indicadores -Comisión Europea, CYD, OCDE- la universidad española se encuentra a la cola de movilidad internacional estudiantil, de personal docente e investigador o en titulaciones/asignaturas en lenguas extranjeras, en convenios internacionales… Converger con nuestros vecinos comunitarios se convierte así en un objetivo prioritario en el proceso de internacionalización: Asia en general y el Mundo Chino en particular ofrecen oportunidades en este proceso.
La vinculación entre el prestigio de las universidades y la marca-país es directa. En ese sentido, y mientras llegan políticas de coordinación estatal, parece razonable tratar de articular un proceso -al menos coordinado- de internacionalización de las universidades navarras. Especialmente en el Mundo Chino donde la universidad española adolece de un fuerte sub-posicionamiento e, incluso, en la enseñanza del castellano debe competir con los programas latinoamericanos.
En cualquier caso, actuando coordinadamente o no, las universidades navarras deben afrontar el Mundo Chino saliendo del marco de actuación que ha caracterizado -en líneas generales- a la universidad española en Asia: políticas marcadas por acciones sin continuidad -ferias, firmas de acuerdos de colaboración que son un fin en sí mismo, etcétera- y dependencia de agencias de captación de alumnos que, en muchas ocasiones, condicionados por el cobro de una comisión, forzaban la matriculación de alumnos que no tenían el nivel suficiente para tener una experiencia de aprendizaje satisfactoria con la consiguiente frustración, no solo para el estudiante, sino también para el personal docente y de servicios de la universidad.
Para Navarra, la internacionalización universitaria en China y Taiwán no solo supone un factor de posicionamiento del territorio, es también una fuente de conocimiento y de personas que contribuyen a la internacionalización de nuestras empresas. En ese sentido, además de contemplar que investigadores chinos y taiwaneses participen en actividades como el Programa de Doctorado Internacional WIT (actualmente no participa ninguno), hay que buscar, también, su participación en otras iniciativas educativas como el NAEX Talento que permitan su incorporación en prácticas en las empresas navarras. Aquí la colaboración público-privada está llamada a ser central en un futuro.
Otra dimensión, a no perder de vista tampoco debido al peso de China en América Latina, es la formación en estudios asiáticos o asignaturas relacionadas con China y Taiwán, dirigida a alumnos latinoamericanos que eligen los programas de las universidades navarras para su formación.
Nuestra recomendación es que las universidades navarras, actúen de forma coordinada con Gobierno de Navarra en la conceptualización y desarrollo de una estrategia de Marca-País en el que la internacionalización de la enseñanza superior esté en el centro como atributo de prestigio del territorio y, más allá de actuaciones tradicionales de intercambio y movilidad estudiantil y científica, exploren -en línea con lo indicado por la de la Comisión Europea-, modelos de educación transnacional con el Mundo Chino. Es decir, programas de educación en los que los alumnos cursan nuestros títulos desde sus localizaciones como un primer mecanismo de vinculación con nuestro territorio.
*Artículo escrito por Herrera Zhang, consultora especializada en el Mundo Chino
Para saber más (por orden de citación):
