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Elecciones en India: grandes oportunidades para sectores de perfil tecnológico

El crecimiento económico indio sin duda alguna está siendo favorecido por la gran inversión realizada tanto por parte pública (desarrollo de infraestructuras) como por parte del sector privado (modernización de sistemas productivos, aumento de capacidad, inversión tecnológica)

17/05/2024 | India
Elecciones en India: grandes oportunidades para sectores de perfil tecnológico

El pasado 16 de marzo, la Comisión Electoral India hizo público el cronograma de las elecciones legislativas para el  periodo 2024-29, dando comienzo así a un proceso que en siete fases distintas a celebrar entre el 19 de abril y el 1 de  junio, convocará a los ciudadanos indios a elegir a sus representantes en el gobierno de la nación. La enorme extensión  geográfica, incluyendo desde superpobladas poblaciones a remotas aldeas en pleno Himalaya y sobre todo la magnitud  de su electorado, con casi 1.000 millones de votantes, y un millón de mesas electorales, hacen que las elecciones indias  sean consideradas el ejercicio político, democrático y logístico más grande del mundo.  
India, es una república democrática parlamentaria federal. Una combinación entre un régimen presidencial y  parlamentario, donde el Presidente es el Jefe del Estado y el Primer Ministro el jefe del Gobierno. Mientras que el  primero tiene una función representativa, el Primer Ministro ejerce la función de líder del país.  

El Parlamento indio es bicameral; está compuesto por la Cámara Baja o Lokh Sabha, con 543 asientos y la Cámara Alta  o Rajya Sabha, con 238 miembros representantes de los Estados y Territorios de la Unión, elegidos por la Asamblea  Legislativa de los Estado. En las presentes elecciones será determinada la composición del Lokh Sabha a través de  una votación en la que se elegirán a los representantes en cada estado de forma proporcional a la población de los  mismos, por lo que existirá una gran disparidad entre los 80 miembros seleccionados en Uttar Pradesh, por tan sólo un  representante elegido en Mizoram, Nagaland, Chandigarh, ó 7 en el caso de Delhi.  

Las leyes electorales indias reservan un 25% de los asientos para representantes de las denominadas Schedules  Castes, o Dalits, miembros de los sectores más desfavorecidos de la sociedad, así como a miembros de Tribus locales.  

Las enormes dimensiones de las elecciones suponen un enorme desembolso para los bolsillos indios. Las elecciones  indias cuestan a los partidos más de 8.000 millones de USD, el triple del coste de las próximas elecciones en USA. Este  esfuerzo por parte de los partidos de alcance nacional, como el Bharatiya Janata Party (BJP) o Partido Popular Indio,  del actual Primer Ministro Narendra Modi, o el Congress Party o Partido del Congreso encabezado por el último  representante de la dinastía Nehru-Gandhi, Rahul Gandhi requiere de la búsqueda de recursos por parte de los partidos  cuyo origen, en muchos casos, está cuestionado.  

A este respecto, la Corte Suprema India declaró ilegal, en febrero de este año, la financiación de los partidos políticos  a través de la suscripción de Electoral Bonds, comprados mayoritariamente por empresas donantes a favor de uno u  otro partido. En la misma orden obligó hacer público el nombre de los donantes y benefactores, siendo el BJP el receptor  de casi la mitad de estos fondos. Entre las empresas donantes figuran importantes empresas de loterías, hoteles,  empresas de infraestructura, eléctricas, etc.  

CAMINO A LA REELECCIÓN  

Las presentes elecciones se presentan con un claro color azafrán, representativo del BJP. Si el partido representante  de la derecha ultra religiosa, ya se había impuesto con mayoría absoluta en las dos anteriores elecciones, en las  presentes no solo aspira a revalidar su mandato, sino a alcanzar unas cifras históricas cercanas a los 400 asientos (de 543).  

Para ello el BJP se presenta al frente de la coalición de centro-derecha National Democratic Alliance, apoyada por  partidos de alcance regional, entre los que podemos destacar el Shiv Sena de Maharashtra o el Janata Dal de Bihar.  

La oposición ha tratado de unir fuerzas mediante la constitución de la Indian National Developmental Inclusive Alliance  (INDIA), una coalición de más de 26 fuerzas políticas lideradas por el Congress Party. La desunión interna dentro de la  coalición a causa de enfrentamiento de rivales tradicionales, así como por la pelea sobre el reparto de fuerzas dentro  de la alianza, han ido enfriando el interés por la alianza y reforzando aún más el previsible dominio de la NDA.  

A nivel nacional la popularidad alcanzada por el Primer Ministro, cercana al 80%, hace que sea impensable que Modi no  alcance un tercer mandato al frente de una India cada vez más polarizada a nivel político y religioso, en el que el partido  del gobierno promueve desde hace 10 años una agenda económica, social y religiosa afín a su pensamiento, con un  mecanismo tecnológico y mediático muy poderoso. No en vano, la libertad de prensa en India ha caído en picado durante  este periodo, posicionando a India en el World Press Freedom Index como el país 161 de 180, a la altura de Venezuela o  Rusia. 

En el plano religioso, la tensión con las minorías no hindúes ha alcanzado las cotas más elevadas durante la presente  legislatura. La reciente inauguración del templo llamado a ser la Meca o el Vaticano del Hinduísmo en la ciudad de  Ayodhya (Uttar Pradesh), en honor del dios Rama, erigido sobre las ruinas de una mezquita demolida en 1992 ha generado una gran crispación en la comunidad musulmana del país.  

Probablemente el aspecto más crítico en este conflicto religioso ha sido la aprobación de la Citizenshp Amendment Act,  que permite dar la ciudadanía india a todos los ciudadanos de religiones no-musulmanas provenientes de países  vecinos, que entraran en el país antes de 2014, pero que, a su vez, permitía expulsar del país a aquellos musulmanes  que no pudieran demostrar su origen por carecer de documentación. Tan sólo en el Estado de Assam residen más de  20 millones de musulmanes que emigraron de Bangladesh, de los cuales una gran parte no posee documentos de  identidad.  

Igualmente polémica fue la aplicación de la suspensión del estado de autonomía del territorio de Jammu y Cachemira,  único estado indio de mayoría musulmana. Esta identificación de India e hinduísmo recibe la denominación de “hindutva” y expresa la corriente actual de  nacionalismo hindú que caracteriza el actual gobierno de India  
Pese a estos factores, y a la cuestionable gestión de la pandemia por parte del Gobierno Indio, el apoyo al actual  presidente indio es incuestionable a nivel nacional, donde Modi es elevado a niveles de líder de carácter mesiánico. La  imagen del Presidente está omnipresente en cada esquina del país, identificándolo como el promotor del desarrollo de  una India cada vez más moderna y con un peso más relevante en el panorama internacional. Indiscutiblemente las cifras  del desarrollo económico de India avalan su gestión. Durante los últimos tres años, India ha liderado el panorama  económico mundial con cifras cercanas al 8% de crecimiento del PIB. Por primera vez desde el comienzo de su apertura  económica en los años 90, India lidera la recepción de inversión extranjera en el país, demostrando que cada vez más  empresas la consideran como un mercado en desarrollo y una fuente de suministro alternativa, fiable y competitiva.  

En el plano interno, el desarrollo económico ha permitido la configuración de una pujante clase media con cada vez más  recursos disponibles, y que ha permitido la modernización del comercio gracias al aumento de la demanda de cada vez  productos más sofisticados y de mayor calidad. Por otra parte, Modi ha sabido satisfacer a la parte de la población más  desfavorecida mediante los subsidios o freebies. En India, ante la falta de un Régimen de Seguridad Social, el Gobierno  ampara a la población con menos recursos a través de subsidios directos, suministros gratuitos, acceso a cobertura  sanitaria o educativa, de forma que se solapan de forma confusa, lo que podría considerarse como una cobertura social,  con un beneficio proporcionado por el gobierno de turno.  

En el panorama internacional India ha ganado un peso específico indiscutible, mediante la gestión de forma brillante de  las diferentes crisis geopolíticas, como la guerra de Ucrania o la crisis de las cadenas de suministro post-COVID. El  Ministro de Asuntos Exteriors Jaishankar ha demostrado ser un hábil gestor mediante una política de no-alineamiento,  que ha atraído los favores de los países alineados en uno y otro bando. Gracias a ello, India se postula por primera vez  como un candidato a obtener un Asiento Permanente en Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.  

PANORAMA PRÓXIMO  

De confirmarse la más que esperada victoria del NDA, los próximos cinco años depararán una interesante pelea por la  sucesión del Primer Ministro Modi, al cumplir 75 años, máxima edad permitida por la ley, a mitad de mandato.  

Hoy en día, son dos los principales candidatos que se presentan como sucesores. El ministro de Interior Amit Shah,  nativo de Gujarat como Modi, y actual mano derecha del mandatario, parece el mejor situado para la elección, por su  perfil político muy cercano al presidente del BJP, de quien ha sido el ideólogo. Es por ello que sus detractores le sitúan  detrás de las polémicas medidas antimusulmanas.  

Como alternativa, Yogi Adityanath, carismático monje hindú líder del Estado de Uttar Pradesh aparece como segunda  alternativa. Uttar Pradesh, el estado más poblado de India, es el feudo más consolidado del BJP, donde consiguió en las  últimas elecciones nacionales, 63 de sus 80 escaños. Si Shah suponía una apuesta hinduísta decidida, la elección de un  líder religioso como Primer Ministro los sería aún más. Sea como fuere, el giro prohinduísta del futuro gobierno de India  parece garantizado.  

En el panorama económico, la tendencia observada durante los últimos años le ha funcionado muy bien al gobierno, y  no parece que vaya a cambiar. La apuesta por la producción local, comenzada en el año 2014 con el programa Make in  India y posteriormente refrendada con el Atmanirbhar Bharat (India Autosuficiente) del año 2020, son una clara  declaración de intenciones del gobierno para hacer atractiva la inversión en el país, y desincentivar las importaciones. 

En lo relativo a las relaciones internacionales, India y la Unión Europea siguen en el proceso de negociación de un  Acuerdo de Libre Comercio. Pese a los avances experimentados, es muy complicado que las negociaciones vayan a  llevar a buen puerto en un breve plazo de tiempo. Las posiciones europeas e indias están muy distantes, pese al interés  por ambas partes por alcanzar un acuerdo. Europa busca un compromiso indio más allá de aspectos comerciales, en  áreas como medioambiente, igualdad social, etc., mientras que India quiere hacer valer su posición de fortaleza en el  panorama internacional para lograr importantes cesiones arancelarias.  

OPORTUNIDADES VENIDERAS  

El crecimiento económico indio sin duda alguna está siendo favorecido por la gran inversión realizada tanto por parte  pública (desarrollo de infraestructuras) como por parte del sector privado (modernización de sistemas productivos,  aumento de capacidad, inversión tecnológica).  

Sin duda, los sectores de perfil tecnológico son los que presentan un mayor potencial de desarrollo en el país. India  busca consolidar su posición en el mundo como un hub productivo en áreas como automoción, aeronáutica, energías  renovables, farmacia, industria química, etc. Para ello, no tan sólo será necesario el desarrollo de una moderna industria  en todas estas áreas sino también de una supply chain local altamente competitiva, y de un desarrollo de  infraestructuras, en especial energética y logística, que permita su eficiencia.  

Sin duda alguna, el desarrollo del sector primario también es de enorme importancia para el desarrollo del país. A fin  de garantizar un precio más justo y un mayor beneficio para agricultores y ganaderos, la apuesta por la modernización,  en especial a través del desarrollo de la industria de procesado de alimentos es de vital importancia. La transformación  de la forma de consumir alimentos en India permitirá una optimización de los recursos y un mejor aprovechamiento de  los recursos naturales, generando así un mayor retorno a los productores.  

Indudablemente el desarrollo de una economía genera nuevos nichos de oportunidad, como pueden ser la  transformación digital, la inteligencia artificial, el desarrollo de Smart Cities, la utilización de materiales avanzados, etc. 
 

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