El mercado del reciclaje de baterías de coches eléctricos sufrió un gran crecimiento hace unos años, cuando varias empresas de gran tamaño empezaron a abrir plantas en diferentes ubicaciones en Europa. Uno de estos casos es la planta que abrió la empresa Volkswagen en el año 2021 en Salzgitter, Alemania, donde el grupo automovilístico esperaba reciclar hasta el 90% de sus baterías en el futuro. Aunque en aquel momento los coches eléctricos no eran tan populares, la problemática del reciclaje se expandió, ya que las baterías utilizadas de iones de litio requieren de una gran cantidad de materiales, muchos de los cuales son muy difíciles de encontrar, y una vez encontrados extraerlos cuesta mucho tiempo y dinero.
En aquel entonces, aunque la problemática era conocida, los coches eléctricos no eran todavía muy populares. La mayoría de los consumidores, al comprar un coche nuevo prefería un vehículo de combustión y los coches eléctricos todavía eran muy nuevos, por lo que no presentaban ningún problema para los reparadores, y no generaban residuos que necesitaran ser reciclados. Debido a ello, las plantas de reciclaje llegaron al ecosistema antes de que la problemática real emergiese. Sin embargo, en los últimos años la situación ha cambiado considerablemente. El consumo de los vehículos eléctricos e híbridos va en aumento, y no sólo en cuanto a coches se refiere, también son cada vez más las personas que eligen una bicicleta o un patinete eléctricos para realizar sus desplazamientos diarios. Las autoridades también están impulsando este cambio hacia la compra del vehículo eléctrico, como la decisión de la UE para la venta de coches nuevos de combustión a partir del 2035. Desde hace unos meses, son numerosas las ciudades grandes que han limitado la entrada a coches de combustible a sus territorios como medida para reducir la contaminación.
Con este cambio en el reglamento, se espera que la tendencia de hace unos años atrás cambie, y que los consumidores sigan comprando cada vez más coches eléctricos. Esto significa que aunque al principio las plantas de reciclaje de baterías tenían la capacidad suficiente para hacer frente a la demanda, de aquí en adelante, el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos supondrá una oportunidad de inversión, ya que la demanda incrementará considerablemente. Aunque es interesante que las inversiones se realicen en un periodo corto para que las plantas se vayan construyendo y empiecen a funcionar, Jör Neuhausen, experto de la industria, comenta que el reciclaje de baterías de automóviles eléctricos en Europa será un negocio rentable y sostenible para antes del 2035. Se espera que a partir del 2030 se retiren progresivamente los primeros coches eléctricos que siguen en funcionamiento, y a partir de ese momento, el mercado del reciclaje funcionará a pleno rendimiento.
La Unión Europea, tal y como se ha mencionado en los párrafos anteriores, se está posicionando a favor de los vehículos eléctricos con los nuevos reglamentos y las nuevas leyes que está estableciendo. Así como las normativas para la producción o el consumo, el Parlamento Europeo aprobó en junio nuevas normas para la industria de las baterías. Esto se debe a que, según la Comisión de la UE, Europa importa actualmente alrededor de 800.000 toneladas de baterías de coche, 190.000 toneladas de baterías industriales y 160.000 toneladas de baterías de consumo cada año. Una gran parte de estas baterías no se recicla y se elimina, lo que conlleva el desperdicio de recursos valiosos y la liberación de sustancias dañinas para el medio ambiente. Para combatir dicha problemática, en la nueva normativa, la UE establece proporciones mínimas recuperadas como cobalto, plomo y litio en baterías nuevas. Esto no sólo se aplica a las baterías de coches, sino que también establecen cuotas fijas para la recogida y el reciclaje de baterías de medio de transporte ligeros como las bicicletas, los patinetes o los monopatines.
No solo el Parlamento y la Comisión de la UE se han percatado de las necesidades del sector, ya que son varias las empresas que están invirtiendo para abrir sus propias plantas de reciclaje en Alemania, como es el caso de la marca de automóviles Mercedes-Benz o Li-Cycle. Aunque los líderes en el ámbito hoy en día sean EE.UU. y China, debido a su gran consumo y demanda, se espera que el mercado alemán (y en general el europeo) crezca a gran velocidad, por lo que las empresas de reciclaje se están posicionando en un mercado emergente.
En el caso de Mercedes-Benz, la empresa ha construido una fábrica de reciclaje de baterías en Kuppenheim, Alemania, donde espera dar comienzo a su actividad a finales de este año 2023, previsiblemente en diciembre. El objetivo de esta fábrica es reducir el consumo de materias primas y establecer un ciclo cerrado para el reciclaje de las materias primas esenciales que provienen de baterías ya usadas. Aunque conseguir el reciclaje del 100% es casi imposible, el jefe de producción del Grupo Mecedes-Benz afirma que el objetivo es conseguir una tasa de reciclaje de más del 96%, para así poder reducir la dependencia política y económica de materias primas como el litio, el cobalto y el manganeso, con el fin de solucionar los problemas de la contaminación y abastecimiento.
Li-Cycle es una empresa que se dedica al reciclaje de baterías de litio-ion con sede en Toronto, Canadá. Esta empresa ha iniciado las operaciones en su primera planta de reciclaje de baterías en Europa el pasado mes de agosto en Madgeburg, Alemania. Aunque todavía tenga una sola línea en funcionamiento, se espera que una vez completada la puesta en marcha total, la instalación tenga una capacidad total de 30.000 toneladas por año, convirtiendo a la fábrica en la más grande de la compañía y una de las instalaciones más grandes de su tipo en el continente. La ubicación de la fábrica no es una casualidad, ya que la compañía ha establecido estratégicamente la fábrica cerca de los centros de fabricación clave para respaldar la creciente demanda.
Debido a las previsiones del sector en cuanto a demanda, y viendo las iniciativas impulsadas tanto por parte de la reglamentaria como por parte del sector privado a la hora de invertir en proyectos, se ve que el negocio del reciclaje de baterías de coches y vehículos ligeros va a brindar oportunidades. Estas oportunidades van a ser notorias en todo el territorio europeo, pero sobre todo donde la producción automovilística tiene gran peso, como en Alemania. Sin embargo, no se debe olvidar que es un sector donde se deben realizar grandes inversiones iniciales, y que se espera que el negocio sea rentable a partir del 2030, por lo que se calificaría como una oportunidad de futuro.
Referencias: